En nuestra última nota acerca de la siempre sorprendente política estadounidense y sus intermiables y patéticos vaivenes: Final de Década y de Ciclo: ¿En USA Everything is Possible? nos preguntábamos cuáles serían las consecuencias de lo que el Partido Republicano (o una buena parte de él, sin duda la peor) se proponía a hacer el día 6 de enero. No como curiosidad malsana sino como una señal que nos permita anticipar cómo serán los tiempos por venir. .
Suponíamos entonces (y lo seguimos creyendo) que el nuevo intento de Golpe de Estado no tendría éxito pero dañaría de modo didícil de anticipar tanto al futuro gobierno de Joe Biden como al propio sistema político de los EEUU, para no hablar de la ubicación del país en el rol de liderazgo que aún imagina suyo.
Pero desde entonces, y a pesar de las fiestas navideñas y la cierta tranquilidad que el inicio de la vacunación la ha traído a los estadounidenses, el panorama no ha hecho más que volverse más y más sombrío.
El video de 4 minutos del Washington Post sintetiza la conversación entre Donald Trump y el Secretario de estado de Georgia, Brad Raffensperger, en la que éste es presionado y amenazado para que «encuentre» los votos que hubiera necesitado Trump para haber alcanzado el triunfo en ese Estado el pasado 3 de noviembre. Para que los encuentre utilizando a personas que «quieran encontrarlos».
La imagen que encabeza esta nota, forma parte de los llamados a la violencia que circulan a través de las redes y tiene todos los elementos simbólicos de la agresividad norteamericana que nos son conocidos desde siempre: el águila colérica y de mirada torva y prepotente, la amenaza de estilo mafioso, los círculos de fuego del Klan, esas siglas que ya se han hecho un clásico de lo nostálgico, lo reaccionario y lo peor que tienen.
Y habrá que esperar, entonces, confiando en que así como se han hecho fama de matones irresponsables cuando se arman hasta los dientes, también se los sabe cobardes.
Y habrá que cruzar los dedos para que los dejen masticar su propia rabia en la calle sin que encuentren excusas para matar inocentes impunemente. Porque son peligrosos y torpes.
Los 10 ex-Secretarios de Defensa que actualmente viven, incluidos dos de ellos que ejercieron el cargo en el gobierno de D. Trump, han declarado en el Washington Post “American elections and the peaceful transfers of power that result are hallmarks of our democracy,” ,agregando que… «everyone in the American defense establishment must refrain from any political actions that undermine the results of the election or hinder the success of the new team.”
No escribirían una nota periodística conjunta 10 ex-Secretarios de Defensa adivirtiendo en contra de la tentación de que el personal militar se involucre en temas electorales si no tuvieran la razonable sospecha de que dentro de las Fuerzas Armadas hay sectores que están dispuestos a respladar a los golpistas.
En esta nota es poco lo que podemos agregar… Hasta ahora más de una docena de senadores y 140 congresistas se han comprometido con no respetar ni el voto de sus conciudadanos, ni la Constitución de la que tanto se ufanan, ni la respetabilidad de un sistema político que gracias a ellos -y a muchos de quienes los precedieron- ha mostrado todas las hilachas posibles. Esperemos al 6, con esperanza.