El Día Internacional de la lengua materna pone de manifiesto que las lenguas y el multilingüismo pueden fomentar la inclusión, y que los Objetivos de Desarrollo Sostenible se centran en no dejar a nadie atrás. .
La celebración de este año es un llamamiento a los encargados de formular políticas, educadores y maestros, padres y familias para que reafirmen y se comprometan aún más con la educación multilingüe y su inclusión en la educación para promover la recuperación de la educación tras los efectos de la pandemia por COVID-19.
Este esfuerzo debe servir también para promover el Decenio Internacional de las Lenguas Indígenas de las Naciones Unidas (2022-2032) que sitúa el multilingüismo en el centro del desarrollo de los pueblos indígenas.
Salvaguardar la diversidad lingüística
Los idiomas, con su compleja imbricación con la identidad, la comunicación, la integración social, la educación y el desarrollo, son factores de importancia estratégica para las personas y para todo el planeta. Sin embargo, a causa de los procesos de globalización, pesa sobre las lenguas una amenaza cada vez mayor de extinguirse; en algunos casos, algunas ya están desapareciendo completamente. Con la extinción de los idiomas, mengua también la rica urdimbre de la diversidad cultural. Se pierden posibilidades, tradiciones, recuerdos, modalidades únicas de pensamiento y expresión; recursos valiosos y necesarios para lograr un futuro mejor.
Cada dos semanas desaparece una lengua y se lleva consigo todo un patrimonio cultural e intelectual. Al menos el 43 por ciento de las 6000 lenguas que se estima que se hablan en el mundo están en peligro de extinción. Tan solo unos pocos centenares de idiomas han tenido el privilegio de incorporarse a los sistemas educativos y al dominio público, y menos de un centenar se utilizan en el mundo digital.
Las sociedades multilingües y multiculturales existen a través de sus lenguas, que transmiten y preservan los conocimientos y las culturas tradicionales de manera sostenible. Por eso, debemos cuidar de todas las lenguas.
Hay una conciencia creciente de que los idiomas desempeñan una función vital en el desarrollo, al garantizar la diversidad cultural y diálogo intercultural, pero también en el fortalecimiento de la cooperación y la consecución de la educación de calidad para todos, la construcción de sociedades del conocimiento integradoras y la preservación del patrimonio cultural, y en la movilización de la voluntad política con miras a aplicar los beneficios de la ciencia y la tecnología al desarrollo sostenible.