Diálogos con la memoria: Ornella, una mujer joven recordando en Twitter a una niña indocumentada

La memoria es un ejercicio indispensable porque construye y reconstruye nuestra identidad permanentemente. Somos aquello que nuestra memoria encarna. Y sería imposible que pudiéramos planificar nuestros futuros personales, familiares o colectivos sin tejerlos en una red de memorias compartidas y dialogando entre si. .

Los y las inmigrantes tenemos, en ese sentido, desafíos no menores y que nos son propios. Por muchísimas razones, nuestras memorias tienen menos posibilidades de entrar en diálogo con las demás. Son memorias que corren mayores riesgos de quedar encapsuladas y ajenas (en el más literal sentido del término).

Una mujer joven ejercitando su memoria

Ornella es una usuaria de Twitter que en la red se define a sí misma de este modo:

I like politics and a piece of my heart is in Latinoamérica. Tweets in English and Spanish. Lucy’s assistant and Flor’s mom. *Opinions are my own*

y hace algunos días publicó un hilo que no sólo resume sus experiencias personales como niña y adolescente atravesando sinsabores y angustias, sino que refleja estados de ánimo y situaciones que eran y siguen siendo comunes a cientos y miles de personas que no siempre tienen la posibilidad de desnudarlos y compartirlos.

El disparador de esta serie de tweets de Ornella es de estricta actualidad y toma como punto de partida las dificultades que se le pueden presentar a una persona indocumentada para ejercer su derecho a ser vacunada, pero rápidamente la autora da un salto hacia atrás y se (nos) ubica en su propia niñez.

Siendo Diálogos una apuesta a la palabra y al poder que las palabras tienen para situarnos en el mundo, nos ha parecido que reproducir su hilo de twitter puede ser una forma de que sus experiencias y su forma de relatarlas (concisa, despojada de ornamentos pero clara y emocionalmente relevante) sean un aprendizaje y un ejemplo.

Hace pocos días, en Calipso, Ulises y Penélope: contar lo que nos pasa para superar la pendemia,  relacionábamos lo que nos enseña un relato que tiene ya 2800 años de antigüedad para romper aislamientos y construir futuros: hablar; contar lo que nos pasó; compartir emociones a través de la palabra..

Eso es exactamente lo que ha hecho Ornella en su hilo de Twitter y sólo nos queda agradecerle muchísimo que haya aceptado compartirlo con nosotros. La dosis exacta de sensiblidad, inteligencia y capacidad de comunicación que habitualmente despliega en la red, nos ayuda a todes.