Una historia puede ser maravillosa por una serie de factores: los personajes que intervienen, las circunstancias en las que se desarrolla, las moralejas que se extraen de ella, los valores que trasmite, e incluso por cuestiones de apreciación estética… Ésta lo es por todos ellos. .
Tenemos en esta historia un profesor de música, un grupo de niñas y niños, un abusador sexual, hermanas, un grupo musical que crea canciones y videos excepcionales, y una jueza. Y, no podemos olvidarlo, una pandemia. Algo que le da a esta historia un marco que, como veremos sobre el final, es muy especial.
La historia transcurre en Neuquén, en el sur de la Argentina. En ella, un profesor de música comparte en clase una canción perteneciente al grupo Canticuénticos.
La canción tiene por título Hay secretos y en ella se diferencian los secretos “livianitos”, que podrían ser los que nos ayudan a construir nuestra propia identidad como sujetos, de los secretos “pesados”, esos secretos que no nos dejan respirar y que necesitamos compartir para poder pedir ayuda.
“Hay secretos livianitos / Que te llevan a volar / Y hay secretos tan pesados / Que no dejan respirar / No se tienen que guardar / Los secretos que hacen mal”
Antes de seguir adelante y dado que podemos ver el video mientras reconstruimos esta historia, vale la pena notar que tanto desde el punto de vista del contenido (el mensaje), como desde el punto de vista de lo formal (cómo se trasmite), el trabajo de sus realizadoras es excepcional. Y eso seguramente jugó un rol no menor en el desarrollo de lo que sigue.
Los medios, y la circulación y apropiación de la información
Estamos ahora en casa de una de las alumnas del profesor de música. La familia, en la que hay varias hermanas de distintas edades, está frente al televisor, y en un momento dado, en el noticiero, se habla de un abusador sexual. Las chicas comentan la información y la hermana menor, entonces, les dice “yo sé que eso pasa; el profesor de música nos enseñó una canción que habla de esos secretos; la tengo en el teléfono, ¿quieren verla?”.
Mientras escuchan la canción, una de las hermanas –de la que luego se supo que estaba siendo víctima de abuso- cambia de rostro y se retira sin hablar. La más grande percibe que algo extraño pasa, le pregunta, e insiste hasta que ella se lo cuenta. Luego de conocido el caso y a partir de la denuncia, otras chiquitas del barrio se enteran de que a su amiga no la dejan salir a jugar porque hubo un problema con un hombre, y dicen ‘a mi también me pasó‘. Así fue como esas situaciones se fueron develando.
De ese modo narraba lo sucedido * la Jueza de Garantías Carolina González, que tuvo el juicio a su cargo y que, como forma de enfatizar lo importante que es que ese tipo de material forme parte de lo que a les niñes se les enseña en las escuelas, compartió el video «Hay secretos» durante las audiencias públicas.
Porque cuando la información circula y cuando quienes necesitan conocerla (tengan la edad que tengan) están en condiciones de comprenderla y apropiarse de ella, las vulnerabilidades no desaparecen pero pueden visualizarse.
La realidad normal y la realidad en la pandemia
La historia del profesor de música y las hermanitas de Neuquén da cuenta de lo importante que es encontrar formas adecuadas y creativas de transmisión de una información que en muchos casos las niñas y los niños no reciben, bajo la falsa presunción de que ocultarles «esas cosas», de algún extraño modo, los protege.
Y nos enseña también que en temas de esta complejidad son imprescindibles los enfoques interdisciplinarios y las acciones inter-institucionales. En esta historia participaron y trabajaron jugando cada uno su rol, la cultura, el sistema educativo, la prensa, el sistema judicial, y la familia. Ninguno de ellos por si mismo hubiera alcanzado el mismo resultado.
Entre los muchos derechos de los niñes que no se cumplen o se cumplen sólo parcialmente, está el derecho a conocer que pueden ser objeto de abusos, y a saber qué hacer, a quién acudir, cómo explicar lo que les pasa cuando tienen miedo y les faltan palabras para hacerlo… Y por supuesto es necesario que cuando lo hacen, quien los escuche, sepa también cómo actuar.
A nadie se le oculta que los episodios de abuso físico, sexual o verbal que afectan a niñas, niños y adolescentes no son tan excepcionales como alguna vez se pensó, y nuestras sociedades han dado pasos importantes en la identificación, la denuncia y el esclarecimiento de esas situaciones, pero todavía queda un largo trecho por recorrer y aún no existe plena conciencia acerca de la necesidad de educar más y mejor a quienes tienen a su cargo la protección de quienes, debido a su edad, son más vulnerables.
Una situación que, tal como han advertido los organismos de gobernanza internacional como UNICEF o CEPAL (ver el documento Violencia contra niñas y niños en tiempos de Covid-19) o las instituciones especializadas de muchísimos países (Canadá, por ejemplo) se ha agravado durante la pandemia por múltiples circunstancias, entre las que hay dos que resultan cruciales:
1) Es frecuente que el perpetrador conviva con les niñes que están sufriendo abuso y las condiciones de aislamiento social debidas a la pandemia favorecen que esas situaciones se produzcan.
2) Los cursos online, si bien tienen una serie de beneficios indudables en estos momentos de emergencia sanitaria, privan a les niñes de una protección esencial, ya que son las maestras las que en situaciones normales perciben los signos físicos o emocionales que permiten sospechar la existencia de abuso.
En una nota reciente de Diálogos David Philipot, profesor de Educación Especial de la Universidad de Newfoundland, destacaba la importancia que tendrá que los gobiernos inviertan los fondos necesarios para que los niños y las niñas de menor edad, que son quienes verán más afectada su formación psico-social, puedan recuperar cuanto antes lo que durante la pandemia están perdiendo.
Cómo avanzar para que la pandemia no le retacee a la Generación Covid su derecho a la debida protección, es otro de los desafíos que tenemos por delante.
* Se accede a la nota de Luciana Rosende en Tiempo Argentino con un click aquí. https://www.tiempoar.com.ar/nota/hay-secretos-la-cancion-infantil-que-destapo-un-caso-de-abuso-y-sono-durante-el-veredicto