Meng Wanzhou: el anuncio de su posible liberación y los riesgos de dormir con elefantes

Meng Wanzhou: el anuncio de su posible liberación y los riesgos de dormir con elefantes

Living next to you is in some ways like sleeping with an elephant. No matter how friendly and even-tempered is the beast, if I can call it that, one is affected by every twitch and grunt.

Pierre Elliott Trudeau – 1969 .

Aún atravesados por la pandemia y ya casi alivianados (al menos por el momento) del maleficio de la era Trump, un sorpresivo anuncio parece evidenciar un cambio de época: Meng Wanzhou detenida hace exactamente dos años en Canadá a solicitud de los EEUU, podría pronto recuperar su libertad. .

En la primera semana de diciembre, el Wall Street Journal publicó la noticia de que la Gerente de Finanzas de la firma Huawei y el Dpto. de Justicia de los Estados Unidos de América estaban analizando las condiciones para su posible liberación.

Llama la atención, entre otras cosas, el tono de la nota. Por ejemplo, la mujer detenida no era descripta en la forma habitual durante los últimos dos años, con la utilización de palabras cargadas de significados invalidantes como «la heredera de un empresario billonario con oscuros vínculos con el Ejército Rojo y al Partido Comunista Chino», sino como la «Huawei’s Finance Chief», palabras ascépticas y tranquilizadoras, sobre todo en un periódico dirigido a un público ligado a las finanzas y los negocios.

Pero no es nuestra intención analizar la nota ni sus repercusiones, sino referirnos a las circunstancias en las que llega la noticia.

Lo que ha cambiado de ayer a hoy

La MP Niki Ashton (New Democratic Party – Manitoba) presentó en septiembre una Petición ante el Parlamento, cuyo contenido es el siguiente:

Whereas:

Meng Wanzhou, Huawei Corporation CFO, committed no crime in Canada;
Realizing her arrest was politically motivated because President Trump declared he might release Meng if he secured a favourable trade deal with China and because he told John Bolton that Meng was “a bargaining chip” in his negotiations;
Noting that before her arrest in Vancouver on December 1, 2018, Meng travelled through many countries all of which refused US requests to extradite her;
Observing that, in their letter of October 11, 2018, US senators Rubio and Wagner of the Select Intelligence Committee advised PM Trudeau to exclude Huwaei Corporation from the deployment of 5G technology in Canada;
Understanding that the US is illegally trying to exercise extraterritoriality in prosecuting Meng to enforce its unilateral and illegal sanctions against Iran;
Alarmed that Meng’s arrest caused a major deterioration in Canada-China relations with serious negative consequences for many Canadians, while providing no benefit for Canada and instead contributing to a new cold war with China; and
Recognizing that it is entirely within the discretion of Immigration Minister Mendicino and in accordance with the rule of law for him to end extradition proceedings against Meng.

We, the undersigned, citizens and residents of Canada, call upon the Government of Canada to:

1) Cease extradition proceedings against Meng and release her immediately;

2) Protect Canadian jobs by permitting Huawei Canada to participate in the Canadian deployment of a 5G internet network; and

3) Initiate a long-overdue foreign policy review to develop an independent foreign policy for Canada.

Al igual que algunos llamamientos anteriores, la petición de Niki Ashton y de las poco más de 700 personas que la han firmado desde septiembre, ha pasado relativamente desapercibida. Ese tipo de declaración fue presentada con frecuencia en la prensa mainstream y en las redes sociales como una actividad antipatriótica (algo similar a lo que ocurre cuando a alguien se le ocurre preguntarse por el significado de las popies) y no hay demasiada gente con ánimo de que se la señale de ese modo.

El agua que ha corrido bajo los puentes

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Pasaron exactamente dos años de deterioro creciente de las relaciones diplomáticas y comerciales de Canadá con China.

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Pasaron dos años de inútiles y poco convincentes llamados a la comunidad internacional para que presionara al gobierno chino como si el problema de la detención de dos hombres acusados de espías en China fuera de mayor entidad o debiera conmover más que la detención de una mujer china acusada en Canadá de nada.

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Pasaron dos años en los que Canadá tuvo reveses diplomáticos de importancia, como su fracaso en obtener un asiento temporal en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, reveses que no estuvieron desligados del hecho de que internacionalmente se ve al país como excesivamente dependiente de los EEUU.

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Pasaron dos años en los que el país ha estado experimentando retrasos en el desarrollo tecnológico, en especial en lo que tiene que ver con la informática y la industria farmacéutica, entre otras cosas, por el debilitamiento de sus lazos de colaboración internacional.

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Ha corrido mucha agua bajo los puentes en estos dos años. No sólo nos ha tocado ver y padecer la peor pandemia que se recuerde en más de 100 años, sino que hemos podido presenciar, del otro lado de la frontera, el fracaso de los delirios mesiánicos de un lunático prepotente y racista, y somos concientes de todo el peligro que dejará tras de si una vez que haya dejado el poder.

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Hoy, cuando todavía falta más de un mes para que Joe Biden asuma como nuevo presidente de los EEUU, la justicia de ese país parece estar ya dispuesta a entablar conversaciones «de paz» con Meng Wanzhou y Huawei sin que a ninguna de las dos partes le importe lo que pueda pensar el gobierno del país que ofició de carcelero (y que padeció y padece las consecuencias de haber jugado ese rol). Y eso es para Canadá (o debería serlo) un poderoso llamado de atención.

Ya Pierre Elliott Trudeau, en la famosa conferencia ante el National Press Club de Washington en 1969, explicó el no involucramiento de Canadá en la guerra de Viet-Nam con esas palabras con las que iniciamos esta nota:

Living next to you is in some ways like sleeping with an elephant. No matter how friendly and even-tempered is the beast, if I can call it that, one is affected by every twitch and grunt.

Es que la alineación incondicional e irreflexiva con los EEUU con independencia de quien allí mande, simplemente no es una buena política.

Es una política inapropiada para un país independiente que, en el mejor de los casos, lo desprestigia.